La soledad es un estado de sumisión, y cuando lo aceptamos pasivamente, lo seguimos manteniendo. El miedo que se oculta detrás de la soledad quiere que las cosas sigan tal como están y este miedo nos impide actuar. Esperamos que la sensación de soledad desaparezca y, sin embargo, dejamos que nos ahogue.
Aceptar la soledad y las experiencias infelices que van unidas a ella lleva al abatimiento y a la indefensión, lo cual crea a su vez incluso una mayor pasividad si cabe. Para transformar la soledad es necesario actuar. La sensación de soledad no es inútil ni una pérdida de tiempo, al contrario, constituye una de las experiencias necesarias por las que se debe pasar para descubrir el verdadero potencial personal y para que la fuerza interior de uno y la sabiduría crezcan. Todos tenemos dentro, esperando a ser descubierto, un fuego interior que es capaz de consumir la soledad y el miedo oculto detrás de ella, revelando la maduración del alma. Muchas personas del mundo entenero están soportando las dolorosas lecciones de la soledad para poder acceder a una nueva dimensión de la conciencia. Ésta se manifestará a medida que vayas descubriendo el gozo de transformar la soledad en serenidad y alegría. Los tres pasos siguientes te muestran cómo transformar la soledad:
-Resérvate un rato cada mañana, pongamos que de quince minutos, para permancer en silencio. Pronto descubrirás que varios minutos diarios de silencio voluntario alivian meses de soledad.
-Dedica además un poco de tiempo cada día a mirar dentro de ti y a descubrir las causas de tu soledad. No temas aceptar el pesar que tus miedos han creado y los hábitos que has adquirido para distanciarte del mundo. Al observarlos y comprenderlos a diario, tus miedos cambiarán. Cuando estés dispuesto a abrirte al dolor que te producen, se transformarán en amor y la soledad dejará de atenazarte.
-Expresa tus sentimientos escribiendo un diario, pintando, componiendo poemas o realizando otra actividad creativa. Al expresar la energía emocional que hay en ti, se revelarán los sentimientos que se esconden detrás de tu soledad.
A veces, además de seguir un camino espiritual, es necesario buscar soluciones prácticas para la soledad. Esta sensación suele desaparecer al aprender a ser más independiente y conectar con los demás.
Cuando estés dispuesto a buscar una amistad, te sentirás en el acto más vital, feliz y seguro.
Aquí tienes ocho propuestas que pueden ayudarte para hacer amistades, una o más de ellas podrán ser útiles para superar tu sensación de soledad.
-Busca cada día distintas formas de relacionarte con los demás. Entabla conversaciones con la gente cuando se dé la oportunidad y muestra una cálida actitud a los desconocidos.
-Participa en situaciones en las que puedas conocer a personas nuevas, quizá realizando actividades que de veras te interesen, u ofreciendo tu ayuda y apoyo a los demás.
-Aprende de los demás. Cuando veas a alguien que sabe conectar con los demás y hacer amistades, aprende de esa persona, ya sea observándola o pidiéndole que te dé algunas ideas para desarrollar esta habilidad.
-Fortalece tus habilidades sociales sonriendo, hablando y participando con los demás siempre que sea posible.
-Intenta ver a cada persona con la que entres en contacto desde una nueva perspectiva en lugar de juzgarla de antemano.
-Evita mantener una amistad íntima enseguida compartiendo tus sentimientos con demasiada rapidez o esperando que la otra persona haga lo mismo. Deja que el proceso se desarrolle de manera natural.
-Valora todas tus amistades y sus características únicas en lugar de creer que tu soledad sólo desaparecerá al mantener una relación sentimental.
-Prepárate para confiar en los demás sin esperar nada a cambio.